Durante los últimos meses, hemos asistido a otra de esas habituales crisis de precios que tienen lugar en el sector agroalimentario cada vez que un factor externo, en este caso el temporal de frío y nieve que afectó a la zona de Levante a finales de año, afecta de forma grave a la producción de un determinado producto. Gracias a que el mercado funciona de razonablemente bien, cuando la producción se reduce, el precio en origen, muy volátil, tiende a subir. Después, la situación tiene de estabilizarse de nuevo, que es exactamente lo que ha ocurrido. Sin embargo, si nos atenemos a lo publicado sobre el calabacín y la berenjena hasta la fecha, la situación parece haber sido muy distinta. Durante las últimas semanas he echado de menos análisis rigurosos como los que habitualmente hacen los economistas agrarios y, dicho sea de paso, el denostado observatorio de precios del MAPAMA que tanto conocimiento e información rigurosa aportaba en épocas pasadas.
Según los últimos datos disponibles del MAPAMA, en el año 2015 el 65% de la berenjena y el 61% del calabacín que se produjeron en España se destinaron a la exportación, sobre todo a la Unión Europea. Si nos centramos en la producción de las zonas afectadas por el temporal (Almería y Murcia principalmente), el porcentaje de lo que se destina al mercado de la exportación es aún mayor. 82% en el caso de la berenjena y 78% en el caso del calabacín. Eso quiere decir que los mercados de la exportación son los que, en todo caso, condicionan el precio de estos productos. Sólo el 20% de estos productos que se quedan en España, tienen destinos diversos. Entre ellos, tres principalmente: el canal HORECA (hostelería, restauración y catering que supone el 33% de nuestro gasto alimentario), las más de 10.000 fruterías existentes en España y, por supuesto, las cadenas de supermercados e hipermercados. ¿Tiene entonces sentido culpar a las empresas de distribución del comportamiento de todo un sector tan complejo en el que influyen tantos factores y éstos participan de forma tan modesta?
Si observamos con detenimiento la evolución de los precios en origen y destino de estos productos (calabacín y berenjena) durante las últimas semanas, observamos que el comportamiento del mercado ha sido normal. A las elevadísimas subidas de precios en origen que tuvieron lugar durante las 4 primeras semanas del año (pasaron de 1€/kg a más de 3€/kg de media), se sucedieron incrementos mucho menos pronunciados de las cotizaciones en destino. Cuando el precio en origen recuperó sus cotizaciones, los PVPs se estabilizaron. A la elevada volatilidad de los precios en origen, estudiada en profundidad por el grupo de expertos nombrados por el Comisario Hogan durante 2016, le han sucedido variaciones en los PVPs mucho más moderadas, como es habitual. Desconozco si el mercado europeo ha funcionado de forma adecuada. Pero creo que el español si lo ha hecho. La mala noticia de la que nadie habla es que las ventas de calabacín y berenjena en España durante el mes de enero han descendido a menos de la mitad que en un mes normal.
Vaya por delante que no considero los pocos datos comentados en este post un análisis profundo y riguroso, pero me gustaría que sirviera al menos para reflexionar sobre todo lo que podemos (y a mi juicio debemos) aportar los economistas agrarios cuando se produce una ocasión como esta. ¿Puede ser que debamos avanzar de una vez por todas y pasar de ser economistas agrarios a trabajar como economistas agroalimentarios?
Durante la feria de Fruit Attraction celebrada hace una par de semanas, ANOVE - la asociación nacional de obtentores de variedades vegetales - presentó el siguiente vídeo del que me llamaron la atención 2 datos relativos al esfuerzo innovador que exige el lanzamiento de una nueva variedad de fruta u hortaliza al mercado. De media, entre 10 y 12 años de I+D y una inversión de entre 1 y 2 millones de euros. ¿Te lo imaginabas?
El vídeo señala la necesidad de trasladar a lo largo de toda la cadena alimentaria, en especial a los consumidores, la importante industria que existe detrás de cada fruta y hortaliza que encuentra a diario en su supermercado. Se habla a menudo del inestimable trabajo de los agricultores y del potencial transformador de nuestra Industria en relación con los alimentos que consumimos a diario. Sin embargo, el sector de la distribución alimentaria comparte con la industria de los insumos el honor de representar las actividades menos visibles de la cadena agroalimentaria de cara al consumidor.
Tal y como indican desde ANOVE, la industria de los insumos agrícolas y ganaderos invierte en I+D cifras superiores a las de sectores como el farmacéutico, automoción, aeroespacial, tecnologías de la informació. La industria de semillas en Europa mueve un volumen de negocio aproximado de 6.800 millones de euros, y abarca un total de 7.200 empresas de diferentes tamaños. En la UE, 50.000 personas trabajan en el sector de las semillas, de los que la cuarta parte se dedican a la mejora e investigación. El mercado español de semillas alcanza los 585 millones de euros, lo que nos sitúa como el 5º de Europa, y el 13º a nivel mundial. Europa es el primer exportador mundial de semillas. En esto también jugamos la champions.
Los datos del vídeo evidencian el error que supone simplificar el significado de la palabra innovación, reduciéndola al éxito del lanzamiento de un nuevo producto para el consumidor. La innovación es un concepto mucho más amplio que afecta, como dice el manual de Oslo, no sólo a productos, sino también a procesos, servicios, modelos de organización de la empresa, etc. y, lo que es más importante, se puede dar y, de hecho se da, en todos y cada uno de los eslabones y operadores de la cadena agroalimentaria. La innovación no es exclusiva de nadie, aunque frecuentemente se trate, como en todo, de hacer bandos – los que innovan y los que no, los que innovan más y los que innovan menos - con criterios a menudo parciales y poco sólidos. Planteamientos que poco ayudan a trasladar al consumidor la idea de que la cadena agroalimentaria trabaja en su conjunto para, gracias a la I+D+i, satisfacer sus demandas y necesidades de forma cada vez más exitosa y cada vez en menos tiempo.
Con motivo de la celebración de la feria Fruit Attraction, ANOVE y FEPEX me encargaron la realización de una ponencia sobre las últimas tendencias en el consumo de frutas y hortalizas. A continuación, detallo todas aquellas que comenté en dicha intervención.
- El consumo se traslada al supermercado.
Según el MAGRAMA, en 2015, la compra de productos frescos se realizó en supermercados en un 45%, frente al 30% del 2002.
- Las parejas jóvenes tiran del consumo.
Se observa un incremento de parejas jóvenes que buscan productos saludables, de calidad, fáciles de preparar y a buen precio.
- El consumidor busca calidad y sabor.
Son los atributos que empujan al consumo de frutas y hortalizas. No se debe olvidar dar prioridad a la madurez de los productos (listos para el consumo), el sabor y la facilidad de consumo y preparación.
- Productos saludables, “supersanos” y de temporada.
El consumo de frutas y verduras está relacionado con un concepto saludable de la vida que incluye una “vuelta a lo natural”.
- Compra por piezas, no por kilos.
El incremento de unidades familiares pequeñas y de hogares unipersonales hace que la tendencia al mono-consumo esté en alza. Ya no se compra por kilos sino por piezas y esto hace que se dé prioridad a la venta por piezas. Un ejemplo es que el 85% de las ventas de sandía es por mitades.
- Packaging sostenible.
En coherencia con la búsqueda de una vida sana y medioambientalmente sostenible, el consumidor exige un packaging reducido y reciclable.
- Productos fáciles de cocinar, preparar y consumir.
El nuevo consumidor tiene poco tiempo para cocinar, por lo tanto, se inclina por la rapidez en el consumo con productos preparados (sopas) y de 4ª (hortalizas y frutas frescas limpias, troceadas y envasadas para su consumo) y 5ª gama (ya procesadas y preparados para el consumo inmediato).
- Productos sin carne: vegetarianos y veganos.
Una tendencia en alza con un aumento de la penetración de productos como la quinoa, el tofu o embutidos vegetales.
- Un consumidor hiper-conectado, hiper-informado y protagonista: prosumer.
El nuevo consumidor llega al supermercado con toda la información necesaria para hacer su compra.
- La tendencia multicanal.
La experiencia de compra en la tienda es importante ante la variedad de estímulos que ayudan al consumidor a tomar decisiones, sobre todo relacionadas con la compra de alimentos frescos. Pero, junto a ella, la digitalización es un valor en alza, con un crecimiento en cuanto a penetración del 8% en 2004 al 42% en 2015, según el último estudio del BBVA.
Iñaki Gabilondo ha entrevistado en esta ocasión al profesor Nicholas Negroponte, del famoso MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), famoso, entre otras cosas, por una conferencia que pronunció en 1984 (conocida como TED) en la que pronosticó con una sorprendente exactitud lo que pasaría años después con los CD-ROM, las interfaces web, los kioskos de información y las interfaces táctiles como las que hoy utilizamos en las tablets.
En la entrevista que ha concedido para el programa "Cuando ya no esté", que se emite en el canal #0, el prestigioso profesor lanza algunas afirmaciones que, sin lugar a dudas, no dejan indiferente a nadie. En su opinión, la gran revolución que afrontará el mundo desde hoy a 2050 no será digital, ni tendrá que ver con la tecnologías de la comunicación y la información. Según afrima, en unos 30 años no habrá diferencia entre el mundo natural y el mundo artificial, es decir, la ingeniería y la ciencia serán prácticamente lo mismo. En consecuencia, "los alimentos que comamos no vendrán de la tierra, aunque serán muy similares los que conocemos actualmente".
Según sus predicciones, en 30 años no existirán ni la agricultura, ni la ganadería, ni las tierras de cultivo. La carne que nos comeremos será cultivada en una placa de Petri gracias a la posibilidad de replicar su ADN, y tendrá un aspecto y un sabor similar o incluso mejor que en la actualidad. En 2050 no mataremos vacas y, sobre todo, no necesitaremos el agua para producir alimentos. Tendremos comida fresca que, seguramente, sea realmente fabricada. La contribución de estos avances al problema del hambre en el mundo puede ser determinante. Estas y otras afrimaciones hacen pensar que nada será igual en 30 años. Los problemas actuales, nada tendrán que ver con los de dentro de 30 años. ¿Cómo prepararse para lo que viene? Difícil respuesta tiene esta pregunta. Por el momento, recomiendo escuchar con atención la entrevista al completo. No tiene desperdicio. Todo hace pensar que a la PAC, que tantas pasiones levanta en el sector, le quedan, como mucho, 30 años. Además de cara a 2050 tendré que ir pensando en cambiar el nombre del blog...
Por cierto, lo que dice este profesor, ya lo han dicho otros antes... (ver aquí)
Se puede acceder a la entrevista pinchando aquí.
Hace unos meses, la empresa Amazon colgó en linkedin una oferta de trabajo en la que buscaba incorporar a un Director de Políticas Públicas para España, es decir, el equivalente a lo que sería un Director de Relaciones Institucionales para realizar una labor de lobby. Esta oferta llamó mi atención porque, atendiendo a las actividades a desarrollar y las aptitudes que debía cumplir el candidato, se puede definir fácilmente cuál es la labor que realizamos los que trabajamos en este mundillo. A continuación reproduzco una traducción de la oferta que, dicho sea de paso, estaba colgada en inglés. Que cada uno extraiga sus propias conclusiones.
Tareas a desarrollar:
- Definir y supervisar una estrategia pro activa de relaciones institucionales con el gobierno, priorizando cuestiones de política pública para apoyar a Amazon en España.
- Establecer y mantener un diálogo con los actores políticos españoles a todos los niveles, tanto nacional, como regional y
- Establecer y mantener relaciones de alto nivel con una amplia gama de otras entidades e instituciones interesadas, que tienen un impacto sobre las actividades y las expectativas del cliente de Amazon.
- Identificar, anticipar y asesorar sobre los desarrollos políticos y legislativos, así como los riesgos y oportunidades en España.
- Trabajar estrechamente con los equipos de política pública europea y mundial en desarrollos políticos y legislativos de España y Europa.
- Servir como portavoz tanto interna como externamente en la agenda de política pública española de la compañía.
- Trabajar en estrecha colaboración con directivos de Amazon y como miembro del equipo de liderazgo en España.
- Conservar y administrar asesores y consultores externos.
El candidato deberá reunir las siguientes aptitudes:
- Poseer experiencia y capacidad de liderazgo para avanzar una agenda de políticas públicas en España.
- Disponer de una red sólida con los actores políticos en España, con una demostrada capacidad para interactuar con eficacia y comodidad en los más altos niveles políticos y corporativos.
- Una comprensión amplia del proceso y del clima político español, con una perspectiva europea y global informada, combinada con un verdadero juicio de la práctica empresarial y sentido común.
- Capacidad de anticipar nuevas cuestiones de importancia para la empresa, así como su impacto en la compañía, comunicarlos a los directivos de la compañía y desarrollar una estrategia para abordarlos con eficacia.
- Capacidad para identificar y comprender aspectos técnicos claves relacionados con las operaciones corporativas en propuestas legislativas y reglamentarias, entender las implicaciones de negocio y sintetizar documentos de política para clientes internos y externos.
- Desarrollar una metodología para aprovechar eficazmente los recursos incluyendo equipos internos, consultores externos, coaliciones, asociaciones y otras organizaciones pertinentes.
- Capacidad para gestionar una gran cantidad y variedad de proyectos de misión crítica, trabajando independientemente y a menudo en ambientes ambiguos.
- Habilidad para comunicar persuasivamente temas y conceptos complejos y técnicos a los actores políticos.
- Habilidades de comunicación oral, escrita e interpersonal muy eficaz.
- Mantener el más alto nivel profesional de integridad y conducta ética.
- Persona emprendedora con probada experiencia de trabajo con éxito con una gran variedad de grupos funcionales a través de una organización y diferentes culturas.
- Capacidad para influir, negociar y persuadir a otros. Debe ser flexible y demostrar habilidades de fabricación de juicio, toma de decisiones y perspicacia política.
- Se requiere licenciatura, preferentemente en una disciplina pertinente. MBA, legal o de otro grado avanzado se valora positivamente.
Por cierto, animo a los que hayais llegado hasta aquí abajo leyendo a buscar la palabra lobista en google y apretar en imágenes. Durísimo.
El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias ha decidido distinguirme como colegiado de honor por, –según pronunció la decana del Colegio en su discurso-, “mi contribución a la defensa y promoción de la agricultura y la profesión del ingeniero agrónomo en el ámbito de la distribución alimentaria”. Como en el acto de entrega no tuve la posibilidad de agradecer el premio, me gustaría hacerlo desde esta humilde tribuna, dejando así constancia del gran número de personas que se me vinieron a la cabeza el día que recibí la carta en la que la decana del Colegio me trasladaba esta gran noticia.
En primer lugar, quiero agradecer este premio a los miembros del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias por haber pensado en mí, y en especial, a la decana, Mari Cruz Díaz, que además de ser una gran profesora, ha sido una gran consejera para muchos de los que tuvimos la suerte de seguir compartido ratos con ella una vez licenciados. En segundo lugar, quiero dar las gracias a mi familia y amigos, en especial a mis padres y a mi mujer. Su apoyo, paciencia y comprensión constantes han supuesto, qué duda cabe, un acicate para trabajar duro y esforzarme cada día por hacer mejor mi trabajo y, sobre todo, disfrutar con ello.
Por último, quiero dar las gracias a todas las personas con las que he compartido trabajo en estos ya más de 11 años. De todos he aprendido, y de todos guardo un gran recuerdo. En especial quiero agradecer a mis compañeros de COAG, mi casa y mi escuela durante 8 apasionantes años, y a mis actuales compañeros en ASEDAS que, hace ya casi 3 años, me acogieron con los brazos abiertos y me enseñaron todo lo que hoy sé sobre la distribución alimentaria.
Entiendo este premio como una señal de que las cosas están cambiando. Quiero ver en este reconocimiento la idea de que el sector agroalimentario empieza a trabajar unido, con amplitud de miras, incorporando talento de múltiples profesiones y perfiles con visión de conjunto, venciendo miedos, mantras y tensiones que deben formar ya parte del pasado, colaborando y cooperando a lo largo de toda la cadena de valor para servir al consumidor y garantizar la sostenibilidad (en todas sus vertientes) de todos aquellos que trabajan en ella. Pero, sobre todo, demostrando a la sociedad que este sector, tan importante hoy en día para nuestra economía, tiene capacidad para liderar el desarrollo de nuestro país, sacarnos definitivamente de la crisis y contribuir de forma mucho más determinante a mejorar nuestra calidad de vida.
En esta genial y recomendable entrevista de Iñaki Gabilondo al venzolano José Luis Cordeiro hay muchas cosas que no te dejarán indiferente. El profesor Cordeiro trabaja para la Universidad de la Singularidad (Singularity University) que impulsaron hace ya algunos años Google y la NASA para estudiar e investigar precisamente eso, cosas singulares. En un momento de la entrevista, el profesor Cordeiro afirma que en menos de 30 años la carne de pollo que comeremos no vendrá de un pollo, al igual que la de cualquier otro animal. Seremos capaces –comenta- de hacer réplicas exactas de los animales que nos interesen y, de esta forma, el animal original no sufrirá. ¿Qué consecuencias puede tener esto?
A día de hoy es muy difícil prever las consecuencias de una afirmación tan disruptiva. Las predicciones del profesor Cordeiro dibujan un mundo y una sociedad totalmente diferentes a las actuales en un plazo de 20 ó 30 años. Según su teoría, el mundo experimentará un grado de desarrollo tecnológico exponencial de hoy a 2040 equivalente al experimentado en los últimos 2.000 años. La ciencia ficción de hace 40-50 años hoy es una realidad, en 20 ó 30 años, lo será la ciencia ficción de hoy, afirma. Algunas enfermedades actuales como el parkinson o el Alzheimer estarán totalmente controladas e incluso, afirma, podremos elegir si queremos morir o no.
Pero, en un mundo donde los coches funcionen sin conductor, los robots tengan un papel más que relevante en nuestra sociedad, los habitantes de Marte sean humanos y no marcianos, y podamos imprimir casi cualquier cosa en impresoras 3D, ¿qué pasaría con nuestro modelo alimentario y nuestra forma de consumir alimentos? Algunos debates que ocupan hoy las principales discusiones del mundillo alimentario carecerían de sentido. Si finalmente pudiéramos replicar animales y plantas para consumo humano en unos 20 ó 30 años, ¿deberíamos seguir considerando el factor tierra como un factor limitante? ¿tiene sentido seguir discutiendo sobre bienestar y/o maltrato animal? ¿Sería el fin de la necesidad de conservar la fauna marina de los mares y océanos? ¿qué diferencia de precio habrá ente un jamón del cerdo original y uno del cerdo replicado? ¿Estará la PAC enfocada a apoyar la inversión en tecnología que hagan los “agricultores” para replicar animales en las granjas? Estas preguntas parecen ciencia ficción, pero ¿y si no lo son dentro de 30 años?
Se puede acceder a la entrevista pinchando aquí.
A menudo podemos leer y escuchar comentarios en favor de dignificar la profesión del agricultor o ganadero. No en vano, gracias a su trabajo y dedicación diarios, podemos comer cada día. Pero la cadena agroalimentaria es compleja, y sin el trabajo de otras muchas personas, el acceso que hoy tenemos a los alimentos tampoco sería posible. Gracias a la gran eficiencia alcanzada en dicha cadena, unas fresas que hoy están aún sin recolectar en Huelva, pueden estar mañana a las 10,00h. perfectamente colocadas en el lineal de tu supermercado en Madrid. Además, en muchas ocasiones, junto a ellas, hay una persona dispuesta a ayudarte y a explicarte su origen, sus cualidades organolépticas e incluso alguna receta o forma nueva de consumirlas.
Bien sea dentro o fuera de los supermercados, a menudo tenemos a nuestra disposición un colectivo de trabajadores especializados como carniceros, pescaderos o fruteros, que son auténticos especialistas en el conocimiento del producto fresco que a diario nos venden. Decía Adam Smith que “no por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés”, cosa que no deja de ser cierta. El comercio es una actividad económica como tantas otras. “Oficio que no da de comer a su dueño, no vale dos habas”, decía el Quijote. Nadie lo duda. Siendo la labor que realizan las empresas de distribución y comercio fundamental para que cada día encontremos los productos que necesitamos a pocos metros de casa, su consideración social no guarda, en mi opinión, relación proporciona con la importancia que tiene dicha labor.
El comercio minorista en particular y, en particular las personas que trabajan en él, sufren a menudo cierta falta de reconocimiento social que no guarda relación con la labor de servicio al ciudadano que realizan diariamente, fundamental en nuestra sociedad actual. Existe además un colectivo especialmente denostado en este sector, que son las personas que trabajan como reponedores o cajeros en los puntos de venta, en las tiendas. Creo que no me equivoco si digo que el reconocimiento social que tienen este tipo de trabajadores en nuestra sociedad actual es casi nulo. A pesar de lo que dice el popular personaje de televisión Antonio Recio, limpiar pescado no tiene nada de malo, al contrario, requiere gran habilidad que la mayor parte de nosotros no tenemos. Reconozcámoslo.
Ha caído en mis manos un interesante estudio sobre medios digitales realizado por el Reuters Institute for the Study of Journalism de la Universidad de Oxford realizado durante 2014 en 10 países, ente los que se encuentra España. De él extraigo algunos datos que me han parecido relevantes:
- El 67% de los españoles acceden a internet habitualmente, el 73% posee un smartphone y el 38% una tablet.
- El 44% de los españoles utilizan un smartphone para leer la prensa, el 21% una tablet.
- Sin embargo, el medio digital más utilizado para este fin sigue siendo el PC (63%), aunque dicho porcentaje está disminuyendo.
- El 35% de los mismos manifiesta informarse solamente mediante medios digitales, aunque la televisión sigue siendo el medio más utilizado.
- El 59% de los españoles entran a leer noticias en internet varías veces al día.
- El 8% de los lectores ha pagado alguna vez para poder leer noticias en el último año y tan solo el 21% estaría dispuesto a pagar por suscribirse al suministro de noticias..
- Las redes sociales más utilizadas para acceder a noticias semanalmente son Facebook (50%), whatsapp (26%), YouTube (21%) y Twitter (21%).
- El 40% de los lectores, manifiesta compartir habitualmente las noticias que lee.
- Los medios digitales más visitados son El País (31%), El Mundo (27%), Marca (22%), Antena 3 Noticias (19%) y 20Minutos (18%), La Sexta Noticias (14%), Rtve (13%), Cadena SER (10%), Cuatro (9%), El Periódico (9%), El Confidencial (9%) y El Diario (8%).
- Las noticias que más nos interesan son las relativas al propio país, seguidas de las internacionales y posteriormente por las locales o regionales.
Me ha bastado pasar una larga jornada de trabajo con la jefa de compras de productos frescos de una gran empresa de distribución alimentaria para darme cuenta de la importancia que tienen estas personas para una empresa de este tipo. Personas como ella, que ha dedicado gran parte de su vida a algo tan complejo como comprar los productos frescos con los que conquistar diariamente a los clientes de las tiendas de su compañía, atesoran un nivel de conocimiento incalculable sobre los productos alimentarios que nos comemos cada día.
Se trata de un perfil profesional con un alto grado de especificidad en una materia, la cultura alimentaria, que difícilmente se aprende en las aulas. Este tipo de personas dominan a la perfección la totalidad de los productos del mercado, sus variedades, su calidad, sus diferentes calibres, sus propiedades organolépticas, su cotización en el mercado, su origen e historia, sus calendarios de cosecha, sus zonas de producción, e incluso, su forma óptima de consumo. Son capaces de distinguir a distancia un producto singular de otro que no lo es, y en eso basan el éxito de lo que hacen.
Sólo una empresa con trabajadores de este perfil puede incorporar la cooperación con agricultores, ganaderos y pescadores en su ADN. Conocer de cerca el producto no es suficiente si no se tiene criterio para distinguir un producto bueno de uno mejor. Haber “crecido” junto al productor hace que puedas “defender el producto” y comunicarlo al cliente mejor que nadie. Trabajar en estrecha colaboración con los agricultores permite encontrar ese producto ideal en torno al cual construir tu modelo empresarial. El consumidor termina valorando un producto de calidad. Si se ha sembrado a tiempo y las condiciones ayudan, cosechar el reconocimiento del cliente es sólo cuestión de tiempo.
Empieza 2016, año que muchos coinciden en calificar como el que debe traer la recuperación definitiva al sector agroalimentario, con la resaca del convulso semestre que ha vivido el sector lácteo y que no parece que haya terminado. Movilizaciones de los ganaderos, reuniones en el Ministerio de Agricultura y actuaciones del mismo, presiones del sector en Bruselas, decisiones de la Comisión Europea, trabajo en las organizaciones empresariales y la interprofesional, más reuniones, acuerdos, comités de seguimiento, declaraciones, artículos, reportajes en prensa escrita y televisión e incluso declaraciones de varios presidentes autonómicos o del presidente del Gobierno. Inconcebible teniendo en cuenta que no ha ocurrido nada en el mercado de la leche que no hubieran advertido muchos hace ya bastantes meses. Al menos en el Observatorio Europeo del Mercado de la Leche, que para eso sí sirve, se veía venir.
Y es que, una vez más, nuestra capacidad de planificación y previsión ha resultado insuficiente. Las asociaciones y empresas de la cadena agroalimentaria han demostrado ya en muchas ocasiones una gran madurez en la gestión conjunta de situaciones de crisis. La reacción ante el reciente informe de la OMS ha sido un claro ejemplo. Eso se nos da realmente bien. Sin embargo, suspendemos a la hora de coordinarnos para planificar conjuntamente el futuro y programar posibles soluciones ante cualquier problema. Nos ocurre aquí, y nos pasa sobre todo en Europa, donde seguimos sin tener una estrategia coordinada del conjunto de la cadena provoca que otros países nos lleven la delantera y terminemos encajando con resignación decisiones negativas para los intereses del conjunto del sector.
Mientras, en España, seguimos intentando dar una solución local a un problema de origen global como es el del sector lácteo. Las campañas de promoción como la de la imagen, que recién comienza, tienen repercusión en el consumo, pero el sector lácteo necesita mucho más. La crisis que viven determinados operadores del sector tiene múltiples causas. La mayor parte de ellas, tiene su origen fuera nuestras fronteras. Otras están más cerca, como explica la diferente intensidad con la que la crisis se ha hecho sentir en cada una de las zonas de produicción. Sin embargo, seguimos recurriendo a atajos y soluciones antiguas para problemas nuevos y, lo que es peor, seguimos sin identificar correctamente los terrenos de juego donde podemos y debemos jugar nuestras cartas. Los retos y dificultades que enfrentaremos en 2016 como sector son suficientes para que repensemos nuestra estrategia en Europa, no sólo en el sector lácteo. Veremos qué ocurre.
Comienza 2016, y con él, los propósitos para el nuevo año. El mío, recuperar la sana costumbre de encontrar un rato de vez en cuando para escribir en el blog y compartir alguna información o reflexión con aquellos que tengan el gusto de leerlo de vez en cuando. Además me he propuesto ser más constante y, sobre todo, sintético. Yo también quiero renovarme. En Diciembre veremos si lo he logrado.
Comienzo el curso compartiendo la nueva publicación sobre el sector bajo el título: "el sector agro-mar-alimentario español: una visión renovada", editado por Cajamar, a quien aprovecho para dar las gracias desde esta tribuna por su dedicación y apoyo constante para con el sector agroalimentario. Para mi ha sido un honor y un privilegio compartir cartel con las 24 personalidades del sector que han elaborado los 18 capítulos del libro. Esta publicación ha dado el pistoletazo de salida al año 2016 en el sector con un llenazo sin precedentes el día de su presentación en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y medio Ambiente. La idea que persigue no es otra que la de trasladar una visión renovada del sector no puede ser más acertada. En él se incluyen capítulos ampliamente variados sobre logística, pesca, financiación, distribución alimentaria, ingeniería, agua, nutrición, innovación tecnológica, exportación, investigación e incluso sobre genómica.
El libro, al que se puede accerder y descargar gratuitamente pinchando en la imagen, ha sido coordinado por Jorge Jordana, quien realizó una ponencia en dicho acto. De su intervención destaco tres titulares con los que estoy totalmente de acuerdo: "el sector agroalimentario es invisible, pero su innovación lo es aún más", "el sector agroalimentario fue, es y será un sector puntero en la economía española" y, por último, "en Bruselas se sigue haciendo política para eslabones concretos y no para la cadena agroalimentaria en su conjunto". Cada uno de ellos merece una nueva entrada en el blog, pero he prometido ser sintético. Mientras llegan, no dejeis de leerlo, merece la pena.
Durante 2015 he tenido la oportunidad de trabajar para la Comisión Europea en varios procesos de evaluación de proyectos de investigación presentados al programa Horizonte 2020, que repartirá alrededor de 4.000 millones de euros entre 2015 y 2020, sólo en el reto social 2 relativo a la seguridad alimentaria y a la sosteniblidad del sector agroalimentario. El proceso de evaluación es muy intenso, y merece la pena que toda la gente que trabaja en el ámbito de la I+D+i agroalimentaria lo conozca para mejorar las posibilidades de éxito de sus proyectos.
La experiencia personal ha sido del todo satisfactoria por dos motivos principales. En primer lugar, por el aprendizaje que supone leer con extrema atención un buen número de propuestas de gran nivel y alto índice de contenidos de gran interés, con los que se aprende en cada línea, en cada párrafo. En segundo lugar, por haber podido comprobar de primera mano cómo la Comisión va capilarizando la necesidad de establecer vínculos entre la comunidad científica y el sector privado. En muchas de las convocatorias, el llamado “multi-actor approach” es tenido muy en cuenta a la hora de evaluar los proyectos. Incluso diría, que es imprescindible para tener acceso a financiación.
El proceso de evaluación comienza con la revisión de varios proyectos de una misma convocatoria realizada por cada evaluador, que debe además realizar un informe valorativo de forma remota sin saber qué otras personas participan simultáneamente en dicho proceso. Posteriormente, durante un proceso de reuniones de debate (y a veces discusión) en Bruselas, se consensua un informe de valoración por parte de los distintos evaluadores, con la orientación del personal de la REA (Agencia Europea de Investigación) y la vigilancia de personal externo a la REA y a la Comisión para asegurar la calidad y trasnparencia de todo el proceso.
En la mayoría de convocatorias, por cada proyecto financiado, se presentan una media de 50. Por ello, mi único consejo para aquellos que se estén planteando presentar alguna propuesta, es que la redacten de forma muy cuidada, tratando de crear un consorcio en el que los participantes sean los idóneos para conseguir los objetivos perseguidos y que todos tengan un rol relevante en el desarrollo del proyecto. Pero, sobre todo, que la presenten convencidos de que dicha propuesta es excelente. Este impecable proceso, unido a la gran cantidad de proyectos presentados, genera un sistema de competencia que hace que los proyectos elegidos sean realmente buenos. Mucho ánimo a todos aquellos que trabajáis en este ámbito. Espero que este post os pueda ser de utilidad.
Hace tan solo un año, las voces autorizadas de la Comisión Europea y del gobierno respondían de igual forma cuando se les preguntaba por el periodo de transición hacia un mercado sin cuotas en la producción de leche prevista para primavera de 2015. “Las previsiones apuntan a un “soft landing -en español, aterrizaje suave-” recitaban casi de memoria las diferentes voces autorizadas. Tan sólo algunos críticos, que suelen ser a las que menos en serio se les toma, ponían por aquel entonces la voz de alarma y advertían de los riesgos que el sector lácteo podía afrontar a corto y medio plazo. No recuerdo ninguna reunión del observatorio europeo del mercado de la leche en la que no se manifestaran en ese sentido.
Pues bien, tal y como ellos intuían, en los últimos meses han confluido varios factores que han alterado el mercado de la leche en España y Europa, provocando casi la tormenta perfecta. El fin de las cuotas en abril, coincidiendo con la época del año de mayor producción de leche, no parecía una buena idea de inicio. Además, la evolución del mercado internacional donde la prolongación del veto ruso y el freno a las exportaciones europeas a China han contribuido a saturar el mercado europeo de la leche. Adicionalmente nuestro país, la entrada en vigor del RD lácteo y la Ley de la cadena con nuevas obligaciones para los operadores del sector, la caída del consumo de leche y productos lácteos, la sanción de la CNMC a las industrias lácteas por prácticas comerciales prohibidas durante 13 años, y la falta de visión de cadena, han introducido nuevos factores que han contribuido a alterar el funcionamiento deseado del mercado.
Por suerte, algunas variables sí han evolucionado de forma favorable. Los precios de las materias primas continúan relativamente bajos y los PVPs en las tiendas se han mantenido estables desde comienzos de año. A pesar de ello, la situación de determinados ganaderos sigue siendo preocupante, y se han de adoptar medidas excepcionales para paliar los efectos de una crisis en el sector lácteo con múltiples causas y difícil solución. Con ese objetivo el MAGRAMA ha desarrollado determinadas medidas extraordinarias entre las que se encuentra la firma mañana del acuerdo lácteo con compromisos para los diferentes eslabones de la cadena, aunque todo apunta a que habrá poca presencia de ganaderos en la firma.
En las clases de economía agraria de agrónomos, se enseña que cuando hay excedentes de producción en un mercado, hay que buscar mecanismos para darles salida y evitar así que caiga más el precio. Sin embargo, en este caso, las estrategias de promocionales para vender cantidades extra de leche no tienen buena prensa en el sector. Si además los marcos normativos europeo y español no permiten acordar una subida organizada de los precios y los mecanismos de regulación de mercados previstos en la PAC son limitados ¿qué más se puede hacer para hacer más llevadero el aterrizaje?
Hace unos días tuve el placer de participar en la primera tertulia del Agrícola Café organizada por Editorial Agrícola en el marco de una gran iniciativa para fomentar el diálogo y el debate constructivo sobre temas de relevancia en el sector agrario y alimentario. Más allá de que el tema de la sanidad vegetal, los límites máximos de residuos y las barreras sanitarias están de absoluta actualidad y tocara debatir de elo, lo que más me gustó fue el formato.
Estas tertulias consisten en la celebración de un debate conducido por un periodista, en este caso César Marcos, aglutinando un buen número de representantes del sector afectado y garantizando la participación tanto de las personas que se encontraban allí físicamente como de las que siguieron la tertulia a través de las redes sociales, especialmente twitter y chil.org, donde se encuentra el muro en el que se recoge toda la actividad del Agrícola Café.
El formato recupera la esencia de las tertulias de cafertería para combinarlo con las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, impulsando una de las principales labores de los medios de comunicación especializados, contribuir de forma constructiva al debate y la reflexión sobre los temas de especial interés y actualidad. Desde aquí, mi agradecimiento a los organizadores por la invitación y mi enhorabuena por la inicitiva. Ahora es tarea de todos mantenerla e impulsarla. Espero que la próxima llegue pronto. Se puede ver la tertulia pinchando en la imagen.
El Comisario de Agricultura lo ha vuelto a hacer. En su segunda visita a España desde que ostenta el cargo ha vuelto a demostrar que sabe de la importancia de comunicar lo que hace y cómo hacerlo de forma transparente a través las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y, en concreto, a través de la red social más propicia para ello en la actualidad, Twitter. En su visita de 2 días a España, él (y su equipo) han lanzado unos 300 tweets y retweets, la mayor parte de ellos en español, consiguiendo así trasladar sus mensajes claves tal y como hizo en su anterior visita. Este hecho demuestra el total convencimiento del propio Comisario acerca de la utilidad de las nuevas TICs para conectar con los ciudadanos, que son en definitiva para quienes trabaja cada día. En cualquier caso, enhorabuena a todo su equipo.
No cabe duda de que, además de las conferencias y discursos que realiza cada vez que viene, con gran repercusión en el sector agroalimentario, pero limitada a los asistentes a las mismas y a lo reflejado por los medios de comunicación especializados, esta es una herramienta social complementaria que consigue hacer llegar sus mensajes a mucha más gente interesada en lo que él, como Comisario de Agricultura de la Unión Europea, pueda querer trasladar. Si analizamos el alcance de sus tweets en los 2 días de visita, éstos han alcanzado un total de 500.000 personas, lo que representa una clara multiplicación de sus principales mensajes de forma fácil y efectiva.
No es la primera vez que en este blog comento la importancia que han adquirido las redes sociales en nuestro día a día profesional. Para los lobistas, Twitter se ha convertido en la fuente de información más rápida y transparente de las que podemos utilizar. Sin embargo, la esencia de una red social no es convertirse en una plataforma de comunicación unidireccional como los medios de comunicación tradicionales. El reto está en saber aprovecharlas para escuchar a los que están al otro lado. Los posts del Comisario estuvieron acompañados por numerosos tweets y retweets de representantes, organizaciones y administraciones relacionadas con el sector, que pueden proporcionar al Comisario una información valiosísima para el desarrollo de su actividad y el desarrollo de políticas para el sector. ¿Cuándo se animará nuestra Ministra?
Hoy día 5 de junio, se celebra el día mundial del medio ambiente declarado por Naciones Unidas para concienciar a la sociedad sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente y dejar a nuestros hijos un mundo del que puedan disfrutar, al menos, como lo hemos hecho nosotros. El lema elegido para este año es “siete mil millones de sueños, un solo planeta, consume con moderación”. El sector agroalimentario, una año más, no ha faltado a la cita de sus compromisos con la sociedad. Y los ciudadanos ¿estamos comprometidos?
A los numerosos tweets que se pueden ver hoy en la red con el hashtag #DMMA2015 se añaden los numerosos actos desarrollados esta semana y previstos para la próxima. El pasado 2 de Junio, AECOC (organización que aglutina a todas las empresas del gran consumo), organizó su III punto de encuentro contra el desperdicio alimentario, cita anual ya consolidada en la que se puede escuchar de primera mano los esfuerzos que realizan las empresas diariamente por mejorar en este ámbito. Por su parte, el Ministerio de Agricultura, celebra la semana que viene su también ya tradicional semana contra el desperdicio alimentario, en la que están previstos numerosos actos de sensibilización al consumidor.
Hasta el momento, el mensaje que está calando en los medios no es el que se pretende con este tipo de campañas. Tras la jornada de AECOC, el titular de varios medios de comunicación apuntaba más al presunto deseo de las empresas de que no se legisle en esta materia, que al gran esfuerzo realizado por parte de los operadores del sector y la administración por reducir las cifras de desperdicio alimentario. Si tenemos en cuenta además que el 40% del desperdicio se produce en los hogares, ¿no deberían enviarse otro tipo de mensajes desde los medios de comunicación? Con el reciclaje y el cuidado del medio ambiente ocurre exactamente lo mismo. Exigimos a las empresas niveles de compromiso muy superiores a los que estamos dispuestos a llegar nosotros como ciudadanos. Si no, no hay más que pensar en lo que uno encuentra en los contenedores de basura cuando va a tirar la suya. Al exigir responsabilidad social a las empresas (que debe ser exigida), uno debe ser coherente y exigírsela también a sí mismo. Feliz día mundial del medio ambiente.
Se dice que la innovación es como el sexo, porque se habla mucho más de ella que lo que se practica. Con la transparencia ocurre algo parecido. La semana pasada, la consultora VINCES organizó un desayuno de trabajo sobre la transparencia en las relaciones público – privadas donde se abordaron diferentes iniciativas en esta materia desarrolladas por empresas y administraciones públicas, tanto en España, como en otros países. La conclusión es que se ha avanzado mucho, pero queda todavía mucho trabajo por hacer. La transparencia es la clave de la actividad de lobby, legitima la actividad y otorga mucho más valor a los procesos.
Foto de www.fernandomolinaalen.es
Muchas empresas, sobre todo las internacionalizadas, están desarrollando códigos de conducta internos para mantener un comportamiento ético armonizado en todos los países donde operan. Las empresas con presencia en países como Reino Unido (mucho más avanzados) lo tienen mucho más fácil, ya que convierten la legislación foránea en buenas prácticas en España. Una de las principales novedades que está incorporando son los sistemas internos de denuncia anónima para evitar problemas de corrupción y falta de transparencia entre sus trabajadores en base a las llamadas “3 dimensiones de la transparencia a nivel empresarial”: la divulgación de información relevante a las partes interesadas, la claridad de los datos y la elaboración detalle y uniforme de los mismos.
Sin embargo, el gran reto es fomentar la cultura de la transparencia, sobre todo a nivel institucional y de gobiernos. A nivel europeo, tanto el Parlamento como la Comisión están trabajando por fomentar la transparencia fiscal de los Estados con sus empresas e incluso la transparencia sobre beneficios e impuestos pagados por cada empresa en cada país donde opera. Pero, ¿cómo estamos en España? El gobierno aprobó la llamada Ley de transparencia en 2013 que obliga, por ejemplo, a que las organizaciones sindicales y empresariales publiquen en sus páginas web determinada información institucional, organizativa y de planificación, así como información económica, presupuestaria y estadística, incluyendo todos los convenios, subvenciones y ayudas públicas recibidas.
En lo que respecta al sector agroalimentario, basta con un simple paseo por las páginas webs institucionales de las diferentes asociaciones para comprobar que el grado de cumplimiento de estas obligaciones es aún muy bajo. ¿Podemos entonces exigir a la administración que mejore su transparencia? Es más, existen asociaciones en nuestro sector que ni siquiera publican las empresas o colectivos que forman parte de la misma. ¿Debería en este caso la administración abrirle sus puertas o debería ésta exigir unos mínimos de transparencia para hacerlo?
1. El nuevo código de buenas prácticas comerciales ha sido negociado por las organizaciones más representativas de la producción, industria y distribución alimentarias en España bajo la tutela del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. En concreto, las organizaciones agrarias COAG, ASAJA y UPA, las Cooperativas Agroalimentarias, la federación de industrias de alimentación y bebidas – FIAB y las asociaciones de la distribución ASEDAS, ANGED y ACES han mostrado una vez más su capacidad para llegar a acuerdos en beneficio de un mejor funcionamiento de la cadena agroalimentaria.
Foto de lnx.educacionenmalaga.es
2. El código de buenas prácticas es, tal y como preveía la Ley de la cadena, de suscripción voluntaria para todos los operadores de la cadena agroalimentaria que deseen autolimitarse en su capacidad de negociación y basar sus relaciones comerciales en prácticas leales reconocidas en el código. Supone por tanto un ejercicio de compromiso sin precedentes de las empresas con los consumidores y con el conjunto del sector agroalimentario.
3. El código recoge compromisos para todos los eslabones, que se someten a un mecanismo privado de resolución de conflictos que establece sistemas de mediación y arbitraje para resolver posibles discrepancias o incumplimientos del código. Además, para la primera compra de productos frescos y perecederos en determinadas circunstancias, el código prevé un mecanismo de mediación de precios previo a la firma del contrato.
4. Las empresas y asociaciones que se adhieran al código podrán utilizar la mención “Acogido al Código de Buenas Prácticas Mercantiles en la Contratación Alimentaria” y el logo que se cree al efecto, no estando previstas otras compensaciones por parte de las Administraciones Públicas.
5. El código prevé la creación de un comité de seguimiento amparado por el Ministerio de Agricultura en el que se dará cuenta del cumplimiento del mismo por parte de las empresas y se evaluará su efectividad a lo largo de los próximos años.
Hoy he asistido a un desayuno informativo organizado por el Diario El Economista que tenía como invitada principal a la Ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. En su intervención ha realizado un somero repaso a la situación de la economía española y a la del sector agroalimentario en general. Me ha llamado especialmente la atención que al lanzar las cifras de empleo y aportación del PIB del sector agroalimentario, que de forma brillante elabora el equipo de Nacho Atance en el MAPAMA desde hace años, ha incluido a la distribución alimentaria en el conjunto y hablado de una aportación de más del 10% del PIB y de 2,5 millones de empleos.
Por el contrario, cuando ha desgranado las diferentes políticas que desde su cartera están desarrollando, ha hablado en todo momento de trabajar para mejorar la rentabilidad y la competitividad de agricultores, ganaderos, pescadores, cooperativas e industria alimentaria, con la ya recurrente y parcial alusión al problema que general el desequilibrio de la cadena agroalimentaria debido a la excesiva concentración en algunos eslabones.
Pudiera pensarse que dicha intervención responde a un tema estrictamente competencial -comercio es hoy competencia del Ministerio de Economía y competitividad (MINECO)- pero, como suele ser frecuente en este tipo de intervenciones, se utilizan las cifras de exportaciones del sector para destacar el buen hacer del gobierno y el sector -que no discuto- sin que importe aparentemente que comercio exterior también es competencia del MINECO. ¿Dónde queda entonces el comercio interior?
En la propia intervención, la Ministra ha dado el dato de que el 18,4% de los productos agroalimentarios que se producen en España se destinan a la exportación. ¿Acaso el 81,6% restante no es importante? La distribución alimentaria en España emplea hoy en día alrededor de 900.000 personas y su aportación al PIB ronda el 2,5% según sus propios datos, y lo que es más importante, garantiza que todos los españoles dispongamos a pocos metros de nuestras casas de todos esos alimentos que produce el sector primario y transforma el cooperativo e industrial, haciendo posible el desarrollo de su principal actividad económica y generando riqueza en las diferentes zonas de producción y, por ende, en el medio rural. Esta realidad merece que, de una vez por todas, venzamos superemos determinados mantas y reconozcamos el esfuerzo y los logros de todos los operadores de la cadena en su justa medida, dando ese importante paso hacia la visión de cadena que aún queda pendiente. Sin Agricultura, nada. Pero sin distribucion, tampoco.